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Qué son los arándanos y dónde se consiguen
Los arándanos son bayas
esféricas de color negro azulado o rojo intenso de entre 6 y 10 milímetros
de circunferencia y con una pequeña corona superior. En sí constituyen una joya
gastronómica que inicialmente se encontraba en la naturaleza de forma
asilvestrada.
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Este suculento fruto del bosque crece en arbustos o matas bajas de rizoma reptante
que les permite expandirse y de la que recibe su nombre.
Si queremos obtener arándanos, tanto el arbusto como el
fruto, basta con darnos un paseo por cualquier bosque de coníferas o un brezal,
donde crecen vigorosamente gracias a los suelos ácidos y ricos en humus.
Encontraremos fácilmente este particular arbusto si
buscamos en los lindes de zonas de bosque secas donde abundan las pináceas.
Aunque la mejor manera de iniciarse en un cultivo exitoso de arándanos es
acudir a un vivero, ya que cada planta ha sido preparada para un replanteo
exitoso.
Cuándo se plantan los arándanos
Los arándanos se
plantan entre el otoño y el invierno. Para todo frutal, el momento menos
agresivo para su manipulación y plantación es la época de frío.
El momento ideal está marcado por una plantación
temprana. Si es posible, podremos los arbustos
en tierra a finales del otoño, ya que el sistema radicular del arándano
comienza su actividad mucho antes que su parte aérea.
Cómo
sembrar arándanos
Tras limpiar el
terreo le aportaremos calidad mediante una mezcla de turba y humus de lombriz, humedeciéndolo correctamente. El
suelo deberá estar húmedo antes de la siembra.
Este arbusto quiere una tierra particularmente ácida cuyo pH que oscile entre 4 y 5,5. En el momento en que realicemos la
plantación es aconsejable la colocación de un mantillo que conserve tanto la acidez exigida como la humedad del
suelo.
La
distancia recomendada entre ejemplares es de 2 metros, enterrados a unos 5 o 10
cm de profundidad.
Cómo
cultivar arándanos por semilla
La extracción de
las semillas de arándano es relativamente sencilla. Basta con apretar y
estrujar cada baya y separar la piel y los restos del fruto de las semillas
mediante un lavado de agua.
En una caja de poliespan con agujeros en su parte
inferior plantaremos las semillas a unos 7
u 8 centímetros de profundidad, cubriéndolas con musgo que previamente
hayamos molido y esté humedecido.
Debemos situar los semilleros en un lugar donde la temperatura se sitúe entre los 15.5º y los
20º, tapándolos con papel de periódico. Un mes después, situaremos los
vástagos en el exterior para que continúen creciendo
hasta los 5 o 7 cm de altura, tras lo que procederemos a trasplantarlos.
Es importante mantener unas buenas condiciones de riego
de los plantones y garantizarles un lugar soleado. Aproximadamente a las 2 o 3
semanas será el momento de echarles abono líquido. La cantidad que debemos usar
será la mitad de la recomendada en el envase.
Cómo
cultivar arándanos en maceta
Ya sea porque hayamos realizado un semillero de arándanos
o porque hayamos adquirido la planta en plantones, si estamos ante una planta
joven la maceta que debemos utilizar debe tener un contenido mínimo de 20 litros.
A partir del cuarto
año de edad, cuando la planta ya ha alcanzado el período de madurez,
debemos trasplantar el cepellón de arándano a una maceta cuya capacidad alcance
los setenta u ochenta litros.
Debemos tener en cuenta que las macetas no protegen al arbusto del frío en invierno de igual
modo que lo haría el suelo, por lo que lo ideal para proporcionarles el
aislante necesario es colocar forraje en
el fondo.
Cuidados
el arándano
Durante el primer año, el éxito de la cosecha tendrá
mayores garantías si fertilizamos la base de los arándanos con un fertilizante rico en nitrógeno y a
partir del segundo año mantendremos a raya la maleza y fortaleceremos las
raíces de los estolones cubriendo el suelo con una fina capa de arena.
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Pese a su resistencia al frío, el arándano es una planta
que necesita el máximo número de horas posible de luz natural directa. Sin embargo, no necesita un riego abundante,
sino que prefiere el riego por goteo.
Si la zona húmeda no es necesario proveerlo de agua durante el otoño y el
invierno.
No obstante, debemos considerar que el estrés hídrico es perjudicial durante
su crecimiento y floración, por lo que el suelo debe mantenerse siempre con una
ligera capa de humedad.
¿Cuántas
clases de arándanos hay?
En el mundo existen unas 200 clases de arándano agrupadas en 4 categorías: arbustos altos, bajos, híbridos de media altura y ojo
de conejo, aunque el que se utiliza para el cultivo es el arbusto alto.
En cuanto a sus frutos,
podemos distinguir cuatro variedades
fundamentales con características muy diferenciadas entre sí.
Los arándanos
negros o americanos, de color negro azulado y un diámetro que llega a los
12 milímetros y altamente ricos en vitamina c.
Los arándanos
rojos o agrios tienen un color rosa pálido, mientras que los arándanos rojos pequeños crecen en
arbustos triangulares y su color es más intenso, alcanzando los 8 milímetros de
diámetro.
El arándano rojo
americano produce frutos de unos 9 milímetros de diámetro y de color rojo
intenso, con un sabor parecido al de la manzana.
Qué
arándano es el mejor, ¿el rojo o el azul?
Cualquiera de las dos bayas es rica en antiocianos y
carotenoides, por lo que poseen un gran
poder antioxidante.
Ambos frutos pertenecen a la misma familia y comparten prácticamente los mismos
beneficios. Si bien es verdad que el arándano
rojo se presenta con un sabor más
agrio y ácido, en gastronomía es muy utilizado en guisos, mientras que la
dulzura del arándano azul le convierte en el candidato ideal para todo tipo de
postres.
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El arándano rojo
posee cualidades que nos protegen ante
las infecciones, las bacterias E.
Coli y otras dolencias, mientras que
el arándano azul predomina en
beneficio de los problemas de visión
y la mejora de la circulación sanguínea.
La elección de uno u otro arándano pasará por los gustos
culinarios de cada cual y el tipo de afección que interese prevenir o mejorar.
Cómo
se comen los arándanos frescos
Existe una idea preconcebida de que los arándanos forman
parte de salsas o platos orneados, pero su consumo fresco es muy recomendable
ya que mantienen todas sus propiedades.
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Podemos consumir arándanos de igual manera que cualquier
otro fruto, pero quizás su sabor ácido
le resulte desagradable a la mayoría, por lo que suelen endulzarse o combinarse con
otras frutas en ensaladas o batidos.
Uno de los desayunos
más saludables que podemos hacer es un yogur
con arándanos crudos endulzados o mezclados con los cereales.
¡Ahora ya solo queda que te inicies en el apasionante y
sabroso cultivo de los arándanos!
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