Cultivo de arándanos, todos sus cuidados y propiedades

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El arándano es una baya de grandes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias recientemente clasificada como “la fruta del siglo XXI”. Si bien crece en abundancia necesita de cuidados especiales para obtener cultivos productivos. A continuación te daremos unas sencillas pautas para tener un exitoso cultivo de arándanos.

Qué son los arándanos y dónde se consiguen

Los arándanos son bayas esféricas de color negro azulado o rojo intenso de entre 6 y 10 milímetros de circunferencia y con una pequeña corona superior. En sí constituyen una joya gastronómica que inicialmente se encontraba en la naturaleza de forma asilvestrada.
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Este suculento fruto del bosque crece en arbustos o matas bajas de rizoma reptante que les permite expandirse y de la que recibe su nombre.

Si queremos obtener arándanos, tanto el arbusto como el fruto, basta con darnos un paseo por cualquier bosque de coníferas o un brezal, donde crecen vigorosamente gracias a los suelos ácidos y ricos en humus.
Encontraremos fácilmente este particular arbusto si buscamos en los lindes de zonas de bosque secas donde abundan las pináceas. Aunque la mejor manera de iniciarse en un cultivo exitoso de arándanos es acudir a un vivero, ya que cada planta ha sido preparada para un replanteo exitoso.

 

Cuándo se plantan los arándanos


Los arándanos se plantan entre el otoño y el invierno. Para todo frutal, el momento menos agresivo para su manipulación y plantación es la época de frío.

El momento ideal está marcado por una plantación temprana. Si es posible, podremos los arbustos en tierra a finales del otoño, ya que el sistema radicular del arándano comienza su actividad mucho antes que su parte aérea.

Cómo sembrar arándanos


Tras limpiar el terreo le aportaremos calidad mediante una mezcla de turba y humus de lombriz, humedeciéndolo correctamente. El suelo deberá estar húmedo antes de la siembra.

Este arbusto quiere una tierra particularmente ácida cuyo pH que oscile entre 4 y 5,5. En el momento en que realicemos la plantación es aconsejable la colocación de un mantillo que conserve tanto la acidez exigida como la humedad del suelo.

La distancia recomendada entre ejemplares es de 2 metros, enterrados a unos 5 o 10 cm de profundidad.

Cómo cultivar arándanos por semilla


La extracción de las semillas de arándano es relativamente sencilla. Basta con apretar y estrujar cada baya y separar la piel y los restos del fruto de las semillas mediante un lavado de agua.
En una caja de poliespan con agujeros en su parte inferior plantaremos las semillas a unos 7 u 8 centímetros de profundidad, cubriéndolas con musgo que previamente hayamos molido y esté humedecido.

Debemos situar los semilleros en un lugar donde la temperatura se sitúe entre los 15.5º y los 20º, tapándolos con papel de periódico. Un mes después, situaremos los vástagos en el exterior para que continúen creciendo hasta los 5 o 7 cm de altura, tras lo que procederemos a trasplantarlos.

Es importante mantener unas buenas condiciones de riego de los plantones y garantizarles un lugar soleado. Aproximadamente a las 2 o 3 semanas será el momento de echarles abono líquido. La cantidad que debemos usar será la mitad de la recomendada en el envase.

Cómo cultivar arándanos en maceta


Ya sea porque hayamos realizado un semillero de arándanos o porque hayamos adquirido la planta en plantones, si estamos ante una planta joven la maceta que debemos utilizar debe tener un contenido mínimo de 20 litros.

A partir del cuarto año de edad, cuando la planta ya ha alcanzado el período de madurez, debemos trasplantar el cepellón de arándano a una maceta cuya capacidad alcance los setenta u ochenta litros.

Debemos tener en cuenta que las macetas no protegen al arbusto del frío en invierno de igual modo que lo haría el suelo, por lo que lo ideal para proporcionarles el aislante necesario es colocar forraje en el fondo.

Cuidados el arándano


Durante el primer año, el éxito de la cosecha tendrá mayores garantías si fertilizamos la base de los arándanos con un fertilizante rico en nitrógeno y a partir del segundo año mantendremos a raya la maleza y fortaleceremos las raíces de los estolones cubriendo el suelo con una fina capa de arena.
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Pese a su resistencia al frío, el arándano es una planta que necesita el máximo número de horas posible de luz natural directa. Sin embargo, no necesita un riego abundante, sino que prefiere el riego por goteo. Si la zona húmeda no es necesario proveerlo de agua durante el otoño y el invierno.
No obstante, debemos considerar que el estrés hídrico es perjudicial durante su crecimiento y floración, por lo que el suelo debe mantenerse siempre con una ligera capa de humedad.

¿Cuántas clases de arándanos hay?


En el mundo existen unas 200 clases de arándano agrupadas en 4 categorías: arbustos altos, bajos, híbridos de media altura y ojo de conejo, aunque el que se utiliza para el cultivo es el arbusto alto.
En cuanto a sus frutos, podemos distinguir cuatro variedades fundamentales con características muy diferenciadas entre sí.

Los arándanos negros o americanos, de color negro azulado y un diámetro que llega a los 12 milímetros y altamente ricos en vitamina c.

Los arándanos rojos o agrios tienen un color rosa pálido, mientras que los arándanos rojos pequeños crecen en arbustos triangulares y su color es más intenso, alcanzando los 8 milímetros de diámetro.
El arándano rojo americano produce frutos de unos 9 milímetros de diámetro y de color rojo intenso, con un sabor parecido al de la manzana.

Qué arándano es el mejor, ¿el rojo o el azul?


Cualquiera de las dos bayas es rica en antiocianos y carotenoides, por lo que poseen un gran poder antioxidante.

Ambos frutos pertenecen a la misma familia y comparten prácticamente los mismos beneficios. Si bien es verdad que el arándano rojo se presenta con un sabor más agrio y ácido, en gastronomía es muy utilizado en guisos, mientras que la dulzura del arándano azul le convierte en el candidato ideal para todo tipo de postres.

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El arándano rojo posee cualidades que nos protegen ante las infecciones, las bacterias E. Coli y otras dolencias, mientras que el arándano azul predomina en beneficio de los problemas de visión y la mejora de la circulación sanguínea.

La elección de uno u otro arándano pasará por los gustos culinarios de cada cual y el tipo de afección que interese prevenir o mejorar.

Cómo se comen los arándanos frescos


Existe una idea preconcebida de que los arándanos forman parte de salsas o platos orneados, pero su consumo fresco es muy recomendable ya que mantienen todas sus propiedades.
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Podemos consumir arándanos de igual manera que cualquier otro fruto, pero quizás su sabor ácido le resulte desagradable a la mayoría, por lo que suelen endulzarse o combinarse con otras frutas en ensaladas o batidos.

Uno de los desayunos más saludables que podemos hacer es un yogur con arándanos crudos endulzados o mezclados con los cereales.

¡Ahora ya solo queda que te inicies en el apasionante y sabroso cultivo de los arándanos!


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